Hablamos de un hombro doloroso cuando aparece en esta articulación un dolor que no ha sido originado por ningún traumatismo. Sus causas pueden ser lesiones deportivas, desgaste natural con la edad, artritis, tendinitis, bursitis, desgarros rotatorios…
La experiencia varía de un paciente a otro, pero algunos de los síntomas más habituales son el dolor agudo, el dolor punzante, el dolor sordo, el dolor nocturno, la dificultad para mover el brazo, la debilidad en el hombro.
Normalmente el dolor afecta solo a uno de los dos hombros, y las molestias se agudizan cuando elevamos el brazo o realizamos ciertos gestos.
El hombro es una articulación compleja que interviene de una manera u otra en la mayor parte de nuestros movimientos del día a día. No solo cuando practicamos algún deporte, sino también incluso cuando simplemente permanecemos sentados delante de un ordenador durante horas. Por este motivo es muy común la aparición de lesiones que generan dolor en el hombro.
Rehabilitación del hombro doloroso con fisioterapia
Los objetivos principales de la rehabilitación del hombro doloroso son reducir las molestias y mejorar la movilidad, la fuerza y la estabilidad en el hombro afectado, recuperando al máximo la función de esta articulación. En las clínicas de fisioterapia CEiMa de Barcelona y Sant Cugat del Vallès somos especialistas en las extremidades superiores y ofrecemos a cada paciente un eficaz tratamiento 100% individualizado que puede incluir:
Ejercicios de fortalecimiento de los músculos del hombro y el brazo, incluyendo el manguito rotador. Pueden realizarse con bandas elásticas (rotaciones internas y externas, abducciones y aducciones) o con mancuernas (press de hombro, elevaciones laterales y frontales).
Duración
Todo el proceso comienza siempre con una evaluación en profundidad del problema que puede incluir la realización de pruebas específicas. Con esta información, el equipo multidisciplinar de especialistas en rehabilitación de las extremidades superiores de CEiMa determina la causa subyacente del dolor y desarrolla un plan de tratamiento adecuado.
La duración de la rehabilitación oscila entre varias semanas y varios meses. Depende en cada caso de la gravedad de la lesión y la respuesta individual a la terapia. Es importante en cualquier caso aplicar la intensidad de forma gradual para evitar una recaída y ejecutar los ejercicios terapéuticos con la técnica correcta, bajo la supervisión de un fisioterapeuta, para evitar posibles lesiones adicionales.