El codo rígido es una patología frecuente que afecta a la movilidad de todo el brazo y que suele aparecer después de sufrir en esta articulación un traumatismo, una fractura o una luxación. La buena noticia es que existen técnicas de rehabilitación con fisioterapia y férulas que permiten recuperar una movilidad completa para que el paciente pueda volver a hacer vida normal. Es posible volver a usarlo gracias a la rehabilitación de codo rígido.
Qué es la rigidez de codo
El codo rígido es un cuadro clínico que consiste en la pérdida de la movilidad normal en esta articulación. En los casos más graves puede tratarse de una pérdida total de la movilidad, pero lo más habitual es que se trate de una limitación parcial que afecte a uno o varios movimientos (flexión, extensión, pronación y supinación).
Causas y síntomas
Como hemos explicado, la rigidez de codo suele desarrollarse como consecuencia de un traumatismo. Sin embargo, también encontramos a menudo casos en los que deriva de procesos inflamatorios como la artritis reumatoide, la artritis séptica o la artrosis, que provoca el desarrollo de hueso en la periferia de la articulación. También suele producirse después de una intervención quirúrgica.
El síntoma más evidente del codo rígido es la limitación de la movilidad de esta articulación. Puede ser indoloro si la causa es una lesión leve, pero cuando deriva de una fractura intraarticular o una artrosis postraumática también puede aparecer acompañado de dolor, síntomas de compresión nerviosa o bloqueo provocado por fragmentos de cartílago articular que se desprenden dentro de la articulación.
Para diagnosticar cuándo nos encontramos ante un codo con problemas de rigidez debemos comparar su movilidad con la de un codo sano. Estos son los rangos estándar:
- El arco promedio de movilidad entre flexión y extensión completa oscila entre los 140 y los 145º. Este es el movimiento que más suele verse afectado en los casos de codo rígido.
- El rango promedio de movilidad entre pronación y supinación suele estar entre los 80 y los 90º. Este es el movimiento de rotación del antebrazo que permite girar la palma de la mano hacia el suelo o hacia el techo. Es un problema menos frecuente, pero su tratamiento es más urgente.
Proceso de rehabilitación de un codo rígido
El primer paso es una exploración en profundidad para determinar la causa de la rigidez y su evolución. Porque serán estos factores los que delimiten en gran medida cuál será el proceso de rehabilitación de codo rígido a seguir:
- Es especialmente eficaz para recuperar el movimiento y la fuerza del codo si la rigidez ha aparecido hace poco. Puede incluir crioterapia (aplicación de frío), electroestimulación, programa de estiramiento pasivo de los músculos prono-supinadores, recomendaciones posturales y ejercicios de rehabilitación.
- Férulas de codo. Usarlas en ciertos momentos del día y/o de la noche puede actuar como un complemento útil en el proceso de rehabilitación. Pueden ser de dos tipos:
- Férulas estáticas, que son rígidas y no pueden ser reguladas. Están diseñadas para tratar un déficit de movilidad específico, ya sea de flexión, extensión o prono-supinación.
- Férulas dinámicas, que son más flexibles y pueden ser bloqueadas en diferentes puntos a medida que avanza el grado de movilidad del codo del paciente.
Si sufres de codo rígido, ponte lo antes posible en manos del equipo multidisciplinar de los centros de fisioterapia CEiMa de Barcelona y Sant Cugat del Vallès, especialistas en la rehabilitación de las extremidades superiores.