La mano humana es una estructura muy compleja formada por 27 huesos y decenas de articulaciones, tejidos conectivos y tendones. Cada uno de nuestros dedos se compone de un hueso interior de la mano (metacarpo) y tres huesos exteriores (falanges), excepto el pulgar, que tan solo tiene un metacarpo y dos falanges. El resultado es una herramienta capaz de ejecutar movimientos extremadamente precisos y coordinados. La fractura de un solo dedo puede tener un impacto tremendo en actividades tan cotidianas como comer, escribir o atarnos los zapatos.
Como es de esperar en una estructura tan sofisticada, existe un gran número de tipos de fracturas que pueden producirse en los huesos de los dedos de la mano. La mayoría pueden solventarse con tratamientos simples, como la aplicación de una férula durante algunos días o semanas, mientras que otras pueden necesitar de una intervención quirúrgica.
En cualquiera de los casos, es recomendable realizar ejercicios de rehabilitación después de la rotura de un dedo para evitar la pérdida de movilidad y fuerza, la aparición de deformidades, etc.
Ejercicios para rehabilitar un dedo roto
La fractura de un metacarpo o una falange produce, como en cualquier otro hueso del cuerpo, un edema y una cicatriz que pueden alterar los movimientos de la mano incluso de forma definitiva. Para lograr la máxima recuperación y agilizar todo el proceso de rehabilitación, que puede tardar meses en resolverse, es necesario realizar una serie de ejercicios para flexibilizar los dedos. Estos son algunos ejemplos, pero ten en cuenta que cada paciente requiere un programa específico 100% personalizado.
Flexibilizar los dedos
Después de toda la noche inmóvil, el dedo lesionado suele presentar un importante edema y rigidez. Por este motivo es recomendable sumergir la mano en agua caliente con sal durante al menos diez minutos. Toca con el dedo gordo las yemas del resto de los dedos.
Enderezar el dedo roto
Usa tu mano sana para enderezar y doblar poco a poco el dedo lesionado. Pon la palma de la mano sobre la mesa y levanta los dedos uno a uno. Después, todavía con la mano sobre la mesa, separa los dedos en forma de abanico, hasta el punto máximo. Para aumentar la dificultad, puedes colocar gomas entre los dedos.
Fortalecer la mano lesionada
Cierra el puño y mantenlo apretado durante varios segundos. Puedes hacer este ejercicio usando solo la mano o apretando una pelota blanda. Abre los dedos lentamente y, una vez abiertos al máximo posible, mantenlos extendidos unos segundos.
Mejorar las habilidades motoras finas
Recoge objetos pequeños como monedas, canicas o botones utilizando únicamente el dedo lesionado y el pulgar.
Estas son algunas indicaciones generales para lograr la máxima recuperación en la funcionalidad de la mano. En cualquier caso, no debes comenzar estos ejercicios hasta que tu médico te diga que es seguro y sin contar con el acompañamiento de expertos en la rehabilitación de la mano como los del centro de fisioterapia CEiMa.